Eran otros tiempos, no sólo por eso, sino porque nada era grave y sabías que todo iba a cambiar en cualquier momento. Incluso a veces te resistías perezosamente a ese cambio. Ahora sólo ves una autopista recta de la que no eres capaz de vislumbrar el final, pero te lo imaginas y deseas secretamente alcanzarlo, no puede ser peor que ese largo viaje con el aire acondicionado estropeado.
Eran otros tiempos, aún había esperanza en lo que vendría.
Eran otros tiempos, las canciones eran himnos y eso bastaba. Ahora son a lo sumo algo que colgar en el facebook con la esperanza de compartir ese sentimiento con alguien más.
Eran otros tiempos, combatías la ansiedad con drogas ilegales, música alta, sexo y alcohol. Ahora lo intentas, pero sólo consigues empeorarlo.
Eran otros tiempos, pero a quién le importa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario