Dice Oti Rodríguez Marchante en un artículo que no
hay deporte que encaje tan perfectamente en la pantalla grande como el
boxeo "...por la sencilla razón de que es un deporte de vencedores y
vencidos (incluso los campeones) y el perdedor es una de las figuras más
queridas, exprimidas y con más potencial poético que ha encontrado el
cine en su siglo largo de vida..."
Eso me hace pensar en el final de "Parejas":
..."Por lo mismo que Julio Cortázar y el boxeo,
Bukowski y los hoteles pintados de naranja.
Handke y los lanzadores de cuchillos.
Por eso.
Esas son las razones por las que estamos juntos."
(Benjamín Prado)
Pienso también que a lo largo de mi vida he visto demasiado cine, demasiadas historias de perdedores, como para intentar ganar nunca y recuerdo a Eddie Felson y las palabras que el Gordo de Minessota le dice:
"Eddie,
has nacido para perder. Claro, te emborrachaste, tenías el mejor
pretexto del mundo para perder, no importa perder con una buena excusa.
Pero ganar, resulta a veces como una carga, pesa mucho, es un fardo del
que puedes deshacerte con una excusa, lo único que puedes hacer es
compadecerte a ti mismo, es uno de los mejores deportes, sentir
compasión de uno mismo, un deporte que gusta a todos, especialmente a
los fracasados".
jueves, 30 de noviembre de 2017
viernes, 17 de noviembre de 2017
Yo para ser feliz quiero un... avión
Desde que tengo uso de razón, me excita viajar en avión, no hablo de "excitación" como entusiasmo o ilusión me refiero a ponerme cachonda. Por supuesto, cuando era pequeña no era más que una especie de cosquilleo, algo que no era capaz de explicar muy bien. No fue hasta años más tarde que me he dado cuenta del carácter sexual de ese (por aquel entonces) inocente placer.
Hay algo en el despegue y el aterrizaje que me recuerdan al acto sexual: primero viene la emoción, luego el rubor y el relax de dejarse mecer por los movimientos suaves, los cambios de ritmo, los movimientos bruscos...Y en ese momento la imaginación se dispara y ya no hay quien pare ese torbellino.
Hay algo en el despegue y el aterrizaje que me recuerdan al acto sexual: primero viene la emoción, luego el rubor y el relax de dejarse mecer por los movimientos suaves, los cambios de ritmo, los movimientos bruscos...Y en ese momento la imaginación se dispara y ya no hay quien pare ese torbellino.
miércoles, 8 de noviembre de 2017
Recuerdos
Si tienes un recuerdo que te rompa por dentro cada vez que te asalte (una prenda de ropa, una canción, un aroma, una foto etc.), no lo evites, manoséalo hasta deje de doler. De esta forma adquirirá una nueva dimensión y se convertirá en una cosa diferente.
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