viernes, 15 de noviembre de 2019

Reflexiones de una mente semialienada

El ritmo de vida que llevo no me permite ir a comprar ropa. No puedo decir que necesite realmente nada y tengo muy poco tiempo libre que empleo en cosas que sí son imprescindibles. Pero por mucho que trate de liberarme de la losa de esta sociedad capitalista vivo en una, así que en mis ratos libres, me dedico a mirar en mi móvil webs con ropa que nunca me compro. La verdad es que me puedo permitir comprármela, pero en realidad no es necesario, me conformo con verla y fantasear con la posibilidad de obtenerla y ponérmela.
Si esto no es la sociedad del espectáculo, que baje Guy Debord y lo vea. 

martes, 19 de marzo de 2019

Día del padre

Quienes venimos de familias desestructuradas nos refugiamos en los demás (amigos, pareja, vecinos...). Quizá volquemos en ellos deseos que no fueron satisfechos en su momento, la larga lista de promesas incumplidas u otro tipo carencias. Entiendo que tanta responsabilidad abruma.
Nosotros esperamos de ellos que se comporten como la familia que deseamos tener y nunca tuvimos y a cambio les ofrecemos tratarles como si ellos fueran de nuestra sangre sin tener en cuenta que no necesitan nada de eso porque ya tienen familia; ya tienen quien les consuele o ayude. Tú no.
Así que esperamos de los demás más de lo que ellos nos pueden o quieren dar y nos frustra no conseguirlo. Mientras que ellos no comprenden esa necesidad ni tampoco nuestra intención de compensarles ofreciendo algo que no necesitan.

Me pregunto si es lícito esperar algunas cosas y si es lícito pedirlas. Puede que lo más acertado sea no esperar nada de nadie y aceptar de buen grado todo lo que recibamos...por muy triste que sea.