jueves, 3 de enero de 2013

In-A-Gadda-Da-Vida


Hace dos años por estas fechas estaba revolviendo en la "Librería Don Quijote" en Oviedo, cuando apareció ante mis ojos el disco In-A-Gadda-Da-Vida de Iron Buterfly a muy buen precio. En esa época yo no tenía tocadiscos (y mis circunstancias personales no favorecían una próxima adquisición), pero me gustaba mirar los discos mientras fantaseaba con la idea de hacerme con uno y con los discos que me compraría. En esa época, además, estaba absoluta y perdidamente enamorada y me pareció una idea genial comprarle al sujeto en cuestión el disco como regalo de Reyes (está bien, soy una anticonsumista de pega) y así lo hice.



Dicen las malas lenguas que Doug Ingle, cantante y teclista, se encontraba bajo los efectos del LSD y durante el ensayo sustituyó en la letra original "In the garden of Eden" por "In-A-Gadda- Da-Vida" lo que llevaría a cambiar el título de la canción y del album. Según parece, se dejaron llevar en el ensayo, de tal forma que acabó convirtiéndose en un temazo de 17 minutos, que fue recogido en una grabación y no hubo necesidad de repetir ni retocar.
Aunque la versión oficial del grupo fue que el baterista Ron Husby, que estaba escuchando el tema con unos cascos, entendió mal al preguntar por el título, cambiándolo por "In-A-Gadda- Da-Vida", pero dado que el cambio no fue sólo en el título sino también en la letra de la canción, esta versión se cae por su propio peso.

El caso es que le entregué su regalo al susodicho, pero como esto no es un cuento, no fuimos felices ni comimos perdices, es más, me atrevería a afirmar que ese fue el principio del fin (aunque sé que esto es lo que más os interesa, el pudor y la pereza me impiden detallar los sucios pormenores). Pasó el tiempo y, al fin pude hacerme con un plato y mi afición a cotillear entre los discos de tiendas, rastros y mercadillos siguió, pero ya no me limitaba a mirar o a comprar para los demás, y empecé a comprarme discos para mí. Entre regalos, gangas y caprichos he llegado a tener una mini-colección bastante decente para el poco tiempo que llevo, pero me falta un disco muy importante, como podéis imaginar se trata de In-A-Gadda-Da-Vida de Iron Buterfly y no es que no me lo haya encontrado más de una vez entre discos polvorientos, (siempre acompañado de un vuelco al corazón y una enorme nostalgia), es que simplemente estoy esperando a que alguien me lo regale a mí.

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